Las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino se usan para detectar cambios en las células del cuello uterino que pueden producir cáncer. Estas pruebas consisten en la prueba de citología cervical (que también se llama la prueba de Papanicolaou) y, en algunas mujeres, la prueba del virus de papiloma humano (VPH). La mayoría de las mujeres deben hacerse las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino regularmente.
El cuello uterino es la abertura del útero y se encuentra en la parte superior de la vagina. Está recubierto por una capa fina de tejido compuesta por dos tipos de células: células semejantes a las de la piel que se llaman células escamosas y células glandulares que producen el moco del cuello uterino. Cuando las células cervicales (del cuello uterino) se vuelven anormales y crecen desmedidamente con el tiempo, ocurre cáncer. Estas células cancerosas invaden las capas más profundas dentro de los tejidos cervicales. En casos avanzados, las células cancerosas se pueden propagar a otros órganos del cuerpo.
La mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino se deben al VPH. Este virus entra en las células cervicales y puede hacer que estas se alteren. Algunos tipos del VPH se han asociado con cáncer de cuello uterino y también con cáncer de la vulva, vagina, ano, boca y garganta. Los tipos del VPH que pueden causar cáncer se llaman “tipos de alto riesgo”. Estos y otros tipos del VPH se pueden transmitir de una persona a otra durante la actividad sexual.
La infección del VPH a menudo no produce síntomas. Por lo tanto, la mayoría de las personas no saben que están infectadas. Solo una cantidad pequeña de mujeres con los tipos de alto riesgo del VPH presentarán cáncer de cuello uterino. Debido a la capacidad natural del cuerpo para combatir infecciones, la mayoría de las infecciones del VPH (85–90%) se resuelven por su cuenta.
Sin embargo, en una cantidad pequeña de mujeres, el VPH no desaparece. Si la infección de este virus dura mucho tiempo, se le describe como una infección “persistente”. Una infección persistente del VPH con los tipos de alto riesgo puede causar alteraciones mayores, o de “grado alto” en las células cervicales. Las alteraciones de grado alto que persisten durante 1–2 años tienen una mayor probabilidad de convertirse en cáncer si no se les trata.
Pruebas de detección de cáncer de cuello uterino
Generalmente, las alteraciones de grado alto en las células cervicales se vuelven cancerosas en 3–7 años. En las mujeres con alteraciones de grado bajo, se pueden hacer pruebas con mayor frecuencia para determinar si las células se han normalizado. Las mujeres con alteraciones de grado alto pueden recibir tratamiento para extraer las células.
Las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino consisten en la prueba de Papanicolaou y, en algunas mujeres, una prueba del VPH. Ambas pruebas usan células que se obtienen del cuello uterino. El proceso de las pruebas es sencillo y fácil. Deberá acostarse en una mesa para exámenes médicos y se usará un espéculo para abrir la vagina. El espéculo permite ver claramente el cuello uterino y el área superior de la vagina. Luego, se extraen células del cuello uterino con un cepillo u otro instrumento de obtención de muestras.
Generalmente se colocan las células en un líquido especial y se envían a un laboratorio para examinarlas:
• En la prueba de Papanicolaou, la muestra se examina para determinar si esta contiene células anormales.
• En la prueba del VPH, se analiza la muestra para detectar la posible presencia de 13–14 de los tipos más comunes del VPH de alto riesgo
¿Quién debe hacerse una prueba de detección de cáncer de cuello uterino y con qué frecuencia se debe hacer?
Debe comenzar a hacerse estas pruebas a los 21 años, independientemente de cuándo comenzó a tener relaciones sexuales por primera vez.
• Las mujeres de 21–29 años solamente deben hacerse la prueba de Papanicolaou cada 3 años. No se recomienda hacer la prueba del VPH.
• Las mujeres de 30–65 años deben hacerse una prueba de Papanicolaou y una prueba del VPH (pruebas conjuntas) cada 5 años (idealmente). También es aceptable hacerse una prueba de Papanicolaou sola cada 3 años.
• Las mujeres deben dejar de hacerse pruebas de detección de cáncer de cuello uterino a los 65 años sino tienen un historial de células anormales moderadas o graves ni de cáncer de cuello uterino, y han tenido tres resultados negativos consecutivos en la prueba de Papanicolaou o dos resultados negativos consecutivos en las pruebas conjuntas dentro de los 10 años anteriores, con la prueba más reciente realizada dentro de los cinco años anteriores.
• Las mujeres que han tenido una histerectomía aún podrían necesitar la prueba de detección. La decisión se basa en si se extrajo el cuello uterino, el motivo por el que fue necesario hacer la histerectomía, y si tiene un historial de alteraciones cervicales moderadas o graves, o de cáncer de cuello uterino.
• Haberse vacunado contra el VPH no cambia las recomendaciones de esta prueba de detección. Las mujeres que se han vacunado contra el VPH deben seguir las recomendaciones de pruebas para el grupo de edad en el que se encuentran.
• Las mujeres con un historial de cáncer de cuello uterino, las que están infectadas con el VIH, aquellas con un sistema inmunitario debilitado o las que estuvieron expuestas al dietilestilbestrol (DES) antes de nacer, pueden requerir pruebas más frecuentes y no deben seguir estas pautas de pruebas de rutina.
Las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino pueden detectar alteraciones en las células que pueden producir cáncer de cuello uterino. Las pruebas rutinarias de detección ayudan a detectar problemas desde un principio, cuando son más fáciles de tratar. La frecuencia con que se deben hacer las pruebas de detección y cuáles pruebas se deben hacer dependen de su edad y su historial médico. Hable con su ginecólogo o con otro miembro de su equipo de atención médica sobre el calendario de pruebas que se recomienda en su caso.
La colposcopia es una manera de ver el cuello uterino mediante un aparato amplificador especial denominado colposcopio. Este aparato ilumina luz dentro de la vagina y el cuello uterino. El colposcopio puede aumentar la vista normal desde 2 hasta 60 veces. Este examen le permite al proveedor de atención médica detectar problemas que no se pueden ver a simple vista.
Motivos para hacer una colposcopia
La colposcopia se hace cuando la prueba de detección de cáncer de cuello uterino revela alteraciones anormales en las células del cuello uterino. La colposcopia brinda más información sobre el estado de las células anormales.
Este procedimiento también se usa para evaluar más a fondo otros problemas:
• Verrugas genitales en el cuello uterino
• Cervicitis (inflamación del cuello uterino)
• Tumores benignos (no cancerosos), como los pólipos
• Dolor
• Sangrado
A veces es necesario hacer una colposcopia varias veces. El procedimiento también se usa para verificar el resultado de un tratamiento.
El procedimiento
La colposcopia se realiza en el consultorio de un Ginecólogo. Es posible que la remitan a ver a otro proveedor de atención médica o a una clínica especial para someterse a este procedimiento. Es mejor realizar la colposcopia cuando la mujer no tiene el período menstrual. De esa manera se puede ver mejor el cuello uterino.
Durante por lo menos 24 horas antes del examen no debe
• Usar lavados vaginales
• Usar tampones
• Usar medicamentos vaginales
• Tener relaciones sexuales
Al igual que con el examen pélvico, deberá acostarse boca arriba y colocar los pies elevados en un apoyapiés. A continuación, se usa un espéculo para separar las paredes vaginales de manera que se pueda ver el interior de la vagina y el cuello uterino. El colposcopio se coloca justo afuera de la abertura de la vagina. Se aplica una solución suave al cuello uterino y a la vagina con un aplicador o mota de algodón. Este líquido facilita ver las áreas anormales del cuello uterino. Es posible que tenga una sensación leve de ardor.
Biopsia
Durante la colposcopia, el proveedor de atención médica puede ver las áreas anormales. Es posible que se haga una biopsia de estas áreas. Durante la biopsia se extrae una pequeña porción de tejido del cuello uterino.
Podría sentir un pinchazo o cólicos cuando esto ocurre.
Es posible que se obtengan células del canal del cuello uterino. Para obtenerlas, se usa un instrumento especial. Esto se denomina raspado endocervical.
Resultados. Si se hace una biopsia, el tejido se estudia en un laboratorio. Cuando lleguen los resultados de laboratorio, su ginecólogo le hablará sobre ellos. Estos resultados determinarán si necesita evaluaciones más frecuentes de detección de cáncer de cuello uterino o si es necesario hacer otras pruebas o administrar otros tratamientos.
Recuperación. Si tiene una colposcopia sin una biopsia, la recuperación es casi inmediata. Puede reanudar sus actividades habituales, aunque es posible que tenga manchas leves de sangre durante un par de días.
Si tiene una colposcopia con una biopsia, podría sentir algunas molestias y retortijones abdominales durante 1 o 2 días. Puede ser útil tomar medicamentos sin receta. Es posible que tenga sangrado vaginal y una secreción oscura durante unos cuantos días. Esta secreción puede ocurrir debido al medicamento que se usó para detener el sangrado en el área de la biopsia. Puede usar toallas sanitarias hasta que se detenga la secreción.
Mientras se cicatriza el cuello uterino, se le pedirá que no introduzca nada en la vagina por un corto tiempo:
• No tenga relaciones sexuales.
• No use tampones.
• No use lavados vaginales.
Llame a su gineólogo de inmediato si observa alguno de estos problemas:
• Sangrado vaginal intenso (necesita usar más de una toalla sanitaria por hora)
• Dolor intenso en la región abdominal inferior
• Fiebre (calentura)
• Escalofríos
Las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino son una buena manera para detectar alteraciones cervicales que pueden dar lugar a cáncer. La colposcopia ofrece más información si los resultados de la prueba de detección de cáncer de cuello uterino son anormales. contáctenos si requiere atención ginecológica